Preocupación sobre el estado de las carreteras nacionales en Cantabria
Estimado Director, le escribo esta carta con la esperanza de que se haga conciencia sobre
la preocupación que muchos de nosotros en Cantabria compartimos, sobre el deterioro de
las carreteras nacionales.
El mal estado de nuestras carreteras y su impacto en la seguridad cada vez es más notorio.
No se puede negar que las carreteras nacionales siguen siendo vías principales y muy
concurridas en Cantabria, permitiendo a muchos de los pueblos conectarse entre ellos y
llegar a la capital o a las ciudades. Pero al transitar por estas vías, es difícil ignorar los
baches, la falta de mantenimiento y la señalización inadecuada que amenazan la seguridad
de todos los que circulan por ellas a diario.
Las consecuencias de este fracaso no pueden subestimarse. Además de los riesgos para la
seguridad de todos los cántabros, el estado de las carreteras también tiene un enorme
impacto en la imagen que proyectamos como destino. Cantabria es conocida por su belleza
natural, pero ¿qué imagen se pueden llevar los turistas si las carreteras que transitan no
reflejan ningún tipo de cuidado a nuestra tierra?
Ha llegado la hora de que el Gobierno de Cantabria y autoridades actúen y tomen medidas,
esto incluye no sólo reparaciones u obras, sino también inversiones a largo plazo para
mantener y renovar las infraestructuras viales.
Como ciudadanos, tenemos el derecho y la responsabilidad de exigir un entorno seguro y
funcional para todos. Sólo a través del esfuerzo colectivo y el compromiso continuo
podremos asegurar un futuro más seguro y próspero para la región que amamos.
Blanca Fernández